* Director: Sydney Pollack
* Música: John Barry
* Estados Unidos. 1985
Él inició nuestra amistad con un regalo.
Luego me hizo otro, un regalo increíble: ver el Mundo a través de los ojos de Dios. Yo me dije: "sí, ya comprendo, así es como debe ser".
Quizás él sabía, pero yo no, que la Tierra ha sido creada redonda para que no podamos ver el final del camino.
Victoria y el Káiser son parientes, se repartieron África entre los dos. Sabes por qué hay una frontera? porque ella tenía dos montañas y él ninguna, así que ella le dió el Klimanjaro. Una estúpida disputa entre dos países arruinados!
-No me necesitas. Tú confundes la necesidad con la falta. (...)
- En el mundo que tú crearías no existiría el amor!
- O sería el más puro y sin necesidad de pruebas.
-He aprendido algo que tú no sabes: hay cosas que vale la pena tener, pero cuestan un precio. Yo quiero ser una de ellas.
-No sabes la impresión que me dan causan esas palabras!...
- Que pasa ahora contigo y conmigo?
-Recuerdas lo que hacíamos en los safaris? Al atardecer tú te adelantabs para buscar donde acampar y me esperabas allí.
-Y tú veías fuego y llegabas hasta sitio.
- Sí... Bueno, pues será igual, solo que esta vez me adelantaré yo y te esperaré a tí.
- Está lejos donde tú vas?
-Sí...
-Tienes que hacer fuego muy grande para yo encontrarte...
Conozco una canción de África que habla de la jirafa y de la luna nueva africana descansando sobre su lomo, de los surcos en los campos de cultivo y de las caras sudorosas de los recolectores de café. Acaso conoce África una canción que hable sobre mi? se agitará el aire en la llanura con un color que yo he llevado? o tal vez los niños un juego en el cual figue mi nombre? formará la luna nueva una sombra sobre la grava del camino que se parezca a mi?...
Si de escoger entre rubios se trataba (y digo desde ya que los rubios no son lo mio) siempre ganaba Paul Newman. Siempre, hasta ayer, cuando ví esta película. Porque si un hombre te hace volar así... poco importa el color de su pelo!
Aunque claro, tenía un gran aliado: John Barry. Se ha llevado varios Oscar por su música, pero creo que ésta será la pieza más merecedora. Quien diga que no se emociona escuchándola o miente o no tiene oido ni corazón. Cuando te dispones a ver una película situada en Kenia escuchas mentalmente percusión, voces negras cantando en idiomas desconocidos... y llega Barry y mete una pieza de lo más clásica, llena de violines, cellos... Y te sorprende y emociona.
Tema aparte, y digno de debate -a la hora del té, por qué no? para meterse en ambiente colono-imperial - es el de la situación política en la que se desarrolla la película. Nunca entenderé cómo gente con un mínimo de sentido común pudo repartirse unas tierras que no eran suyas a golpe de escuadra y cartabón. Viendo lo cuadriculado de las fronteras africanas no es de extrañar los conflictos y guerras que, desde hace décadas, acaban con miles de personas cada año. De aquellos polvos vienen estos lodos... y los responsables se lavan las manos con aguas cloradas desde que agotaron las menas de aquellas tierras.
La "cara b": porque la "a" es sin duda la historia de ellos, de la Baronesa y el cazador solitario. Pero casi me resultó más conmovedora la que se establece entre ella y Farah, cómo su escepticismo ante la mujer blanca se va transformando primero en respeto, luego en aprecio y por último en algo muy especial, amistad, amor quizás? ... Se me antoja que él es de lo poco verdadero que se lleva de vuelta a Europa... " tienes que hacer fuego muy grande para yo encontrarte"...
Una conclusión personal: nunca sabes lo tuyo que puedes llegar a sentir un lugar tan lejano...
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