9 de abril de 2010

El secreto de sus ojos



* Director: Juan José Campanella


* Música: Federico Jusid


* Argentina/ España. 2009




- Yo no estoy de acuerdo con la pena de muerte.
- No, yo tampoco. Pensé que para usted igual era como una retribución.
- Retribución?... ... No, le darían una inyección y se quedaría dormido a lo más pancho. Muy injusto! Sabe lo que daría yo por una inyección así?... ... No, que viva muchos años, así se va a sar cuenta de que esos años van a estar llenos de nada.


- Mi vida entera fué mirar hacia delante. Atrás no es mi jurisdicción, me declaro incompetente.


- Usted no sabe lo que es el amor de ese tipo. Conmueve!... Es como si la muerte de la mujer lo hubiese dejado ahí, detenido para siempre, eterno... Tenés que ver lo que son los ojos de él, están llenos de amor puro. Se imagina lo que debe ser un amor así? sin el desgaste de lo cotidiano, de lo obligatorio.


- ... es mi vida, no la suya!
- No... es mi vida también. Su amor por esa mujer nunca más volví a verlo, en nadie. En nadie, nunca.

- Cómo se hace para vivir una vida vacía? Cómo se hace para vivir una vida llena de nada?

Siempre se dice eso de "el libro es mejor", y en este caso no puedo decir rotundamente que no sea así (porque confieso que no lo he leído y no estaría siendo justa). Pero (siempre hay uno), si bien la historia, el argumento, se lo debemos a E. Sacheri, hay algo que éste no nos pudo dar: la fotografía.
Esta bien, admito que últimamente es un arte que me entusiasma, así que puede que sea "cosa mía"... Aún así, tanto cuando la vi en el cine como ahora, vista en mi mini-cine casero, me pareció fantástica.
Recordé esta noche que aquella primera vez también se me iban los ojos detrás de cada detalle rojo que acompañaba a Irene, marca quizás de esa pasión que lleva a cada uno de los personajes a comportarse como lo hace, siendo al parecer lo único que nadie puede cambiar.




Esa pasión les impulsa a seguir, pero les atrapa al mismo tiempo en un mundo "lleno de nada"



Recuerdo que dos tontas lagrimitas de emoción se me escaparon al sentirme nuevamente en Retiro, sintiendo que era esa chica que se queda en el andén, o el que se aleja en el vagón (cuántas veces ya habré vivido eso, no importa si te alejas en tren, coche o avión, siempre a todos se nos ponen los ojitos de Darín - aunque no tengamos la suerte de tenerlos tan lindos- )




Lo tiene todo a favor:

>La historia es buena, un thriller de esos que hace muuuuucho tiempo andaba buscando en vano.
>El acento y la jerga: sí ya sé que con cada película argentina que veo digo lo mismo, pero no se me puede negar! en ningún otro "idioma" se insulta como en éste, con ese tonito, con esa gracia tan genial que hace que sonrías si te llaman "pelotudo". Creo que nadie en la sala 10 de los multicines no sonrió abiertamente al escuchar aquello de "guachito tierno que sós!"
>La fotografía (no seré redundante, sólo os dejo una muestra)


>El maquillaje!! increíbles las arrugas del Benjamín jubilado!
>La música: Jusid ya había llegado a mis oidos en "La habitación de Fermat", y la verdad es que no recuerdo que me llamase la atención, pero en esta ocasión me ha gustado como usa los instrumentos de cuerda para hacernos llegar la tensión, la tristeza, la ansiedad, o el piano para mostrarnos la melancolía de algunas escenas.
>Los actores: si J. Depp es el actor talismán de Burton, parece que Darín es el "idem" de Campanella. Me ha encantado que lo desmonte de su trono de galán, verlo viejito, lleno de canas y arrugas, y sorprenderme haciendo que sea justamente tan antigalán como yo lo encuentro atractivo... El dúo con Villamil suena a la Hepburn con Spencer Tracy en versión argenta (te dan ganas de entonar el "que se besen! que se besen!) Un descubrimiento para mi: Guillermo Francella, acabado, perdedor, alcohólico... e inteligente, avivado, amigable... apasionado...

El detaYYYe:



La intrigante frase: "por favor, pídale que, aunque sea, me hable"